Po¡dría pa¡re¡cer que la única ma¡ne¡ra de afron¡tar el de¡cli¡ve de la so¡be¡ra¡nía del Es¡ta¡do-?na¡ción y desa¡fiar al glo¡ba¡lis¡mo neo¡li¡be¡ral sería res¡ta¡ble¡cer la ver¡ti¡ca¡li¡dad del Es¡ta¡do y su au¡to¡ri¡dad. Pie¡rre Dar¡dot y Ch¡ris¡tian Laval, en con¡tra de esta ilu¡sión to¡da¡vía de¡ma¡sia¡do ex¡ten¡di¡da entre la iz¡quier¡da, em¡pren¡den este largo viaje por la com¡ple¡ja y sin¡gu¡lar his¡to¡ria del Es¡ta¡do mo¡derno oc¡ci¡den¡tal y ponen al des¡cu¡bier¡to los re¡sor¡tes de una do¡mi¡na¡ción sobre la so¡cie¡dad que es fun¡da¡men¡tal¡men¡te una cues¡tión de fe: los «mis¡te¡rios del Es¡ta¡do», el culto a su con¡ti¡nui¡dad, la sa¡cra¡li¡dad de la que gus¡tan ro¡dear¡se sus re¡pre¡sen¡tan¡tes? Cier¡tos ele¡men¡tos pue¡den haber cam¡bia¡do de forma, pero per¡ma¡ne¡ce el prin¡ci¡pio de su poder. Al ras¡trear esta ge¡nea¡lo¡gía, los au¡to¡res pre¡ten¡den de¡mos¡trar que no po¡de¡mos res¡pon¡der a los retos de la glo¡ba¡li¡za¡ción ca¡pi¡ta¡lis¡ta y el cam¡bio cli¡má¡ti¡co sin cues¡tio¡nar esta he¡ren¡cia. Para hacer fren¡te a estos desa¡fíos, es im¡pres¡cin¡di¡ble ata¡car ese ré¡gi¡men de irres¡pon¡sa¡bi¡li¡dad po¡lí¡ti¡ca que exime a los go¡ber¡nan¡tes de ren¡dir cuen¡tas a los ciu¡da¡da¡nos. En otras pa¡la¡bras, abrir el ca¡mino a un más allá de la so¡be¡ra¡nía es¡ta¡tal.