Por increible que parezca, un grupo de sionistas llegó a un acuerdo con el gobierno nazi para salvar a judíos y poblar Palestina. El precio era muy alto, salvar económicamente a la maltrecha economía alemana. Se salvaron 60.000 judíos a costa de reforzar al régimen nacionalsocialista. Poco después de la llegada al poder de Hitler, comenzará una campaña de difamación, expropiación y persecución de los judíos alemanes y, posteriormente, también de la población judía de los países ocupados por el III Reich. Como consecuencia, no tardaron en producirse una serie de reacciones internacionales en sectores judíos que acabaron desembocando en un boicot comercial llevando a la maltrecha economía alemana al borde del colapso. Sin embargo, los sionistas alemanes decidieron adoptar una estrategia muy diferente: pactar con el nazismo mediante lo que se conoce como el Acuerdo Haavara. A cambio de favorecer la paralización del boicot y de facilitar la salida de judíos hacia Palestina, el gobierno nazi permitiría abandonar el país con parte de sus bienes a los judíos que se acogiesen al acuerdo. El procedimiento consistía en lo siguiente: para evitar la fuga de divisas, prohibida por el gobierno del Reich, la emigración judía no se produciría con dinero en efectivo, sino mediante la adquisición en Alemania de productos y materias primas del país que serían exportados a Palestina. Una vez allí, las mercancías serían vendidas y los judíos recuperarían el dinero invertido.