Llueve intensamente en Nápoles y a las pocas horas los estragos del agua se dejan sentir en la ciudad, algunos edificios se derrumban, grandes simas se abren en las calles. Por si fuera poco, empiezan a producirse extraños fenómenos: de la fortaleza almenada de la ciudad salen voces fantasmagóricas, las monedas de cinco liras emiten una dulce melodía, el mar se desborda y sus aguas siguen el rastro de los niños que callejean, tres muñecas raídas aparecen abandonadas en lugares misteriosos... Todo parece indicar que la lluvia es el presagio de un inminente suceso aún más extraordinario que cambiará para siempre el sentido mismo de la vida. Publicada con inmenso éxito en 1977 pero jamás reeditada hasta la muerte del autor, esta novela coral e inquietante, que la crítica ha considerado como uno de los relatos más bellos jamás escritos sobre Nápoles, se ha convertido al cabo de las décadas en una obra de culto aguardada por generaciones de lectores.