Ese miedo abismal a estar solos y pensar, sobre todo miedo a pensar. E n los sueños fustrados, en lo que se convirtieron, en lo predecible qu e es su vida. En que el tiempo no va a volver jamás, ni las oportunida des, ni la vitalidad. El tren de la vida pasa solo una vez, o te subes o te consigues un trabajo de jornada completa. Tú eliges. Pero mejor no pensar en eso. Ni en nada. Gracias a Dios el sistema nos dio demasi adas herramientas para suspender el pensamiento, para mover los pulgar es y no el cerebro. Días sin camino es una novela urbana escrita a lo largo de Latinoamérica en habitaciones oscuras, esquinas peligrosas, y bares sucios. Sus páginas esconden realidades que no necesitan ser fi ccionadas. Historias crudas y violentas sobre quiénes componen el bord e más filoso de la sociedad.