Tokiko ya se ha acostumbrado a la vida en Sunanomori, y sigue convencida de que en el mar que rodea este pequeño pueblo costero existen las sirenas. Ya es verano, y se acerca el festival de Wadatsumi, en honor al dios protector del mar. Precisamente las sirenas son sus mensajeras ante los humanos. ¿Podrá Tokiko ver al fin alguna la noche del festival?