En la herencia intervienen muchos más factores que los genes que nos transmitieron nuestros padres. Gracias a la epigenética, una ciencia relativamente nueva, sabemos que las experiencias de las generaciones anteriores pueden tener repercusiones en nuestra salud y bienestar. Y no solo eso: los riesgos de padecer enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2 o la demencia, se pueden rastrear hasta nuestros primeros mil días de vida. Este libro dirigido a todos los públicos es una llamada a la acción, tanto personal como social, porque cuidando la alimentación no solo mejoraremos nuestra salud, sino también la de las generaciones futuras.