La mejor manera de desconectar, liberarse, dejarse ir y (re)encontrar la armonía. Con ejercicios de todo tipo (acertijos, origamis, mandalas para colorear, modos de relajación, etc.) para que, en función del estado de ánimo o inclinación del momento, pueda llevarse a cabo una pequeña gimnasia mental, o ejercitar la respiración, u optar por una vena más creativa con papel o lápices de colores.