Seguramente tú y yo hayamos vivido experiencias parecidas: rabia por una relación que pudo funcionar y no lo hizo, deseos enterrados bajo la piel, nostalgia de alguien, miedo de las decisiones y de sus implacables consecuencias, equivocarse con ganas sabiendo que mañana podrás empezar otra página en blanco, saber encajar mejor los golpes porque ellos los aplacan por ti, pedir a escondidas una capa de invisibilidad para que nada te toque demasiado fuerte, demasiado profundo... Mi virtud es saber poner palabras a estas sensaciones y por eso reconocerás, cuando te encuentres entre estas páginas, que este libro podrías haberlo escrito tú.