El tentáculo del Brexit es una novela histórica, salpicada de ensayo literario, que aborda las repercusiones de la salida del Reino Unido de la Unión Europea para las comunidades ciudadanas que convive a ambos lados de la Verja: Gibraltar y La Línea de la Concepción, municipio que lleva años soportando las consecuencias de las políticas de Estado en relación al Peñón. Entretanto, un monstruo marino milenario, procedente de los mares del norte, vuelve a las profundidades del Estrecho de Gibraltar, desde donde emerge periódicamente para acechar con el ojo ciclópeo, a la espera del momento oportuno para dar el zarpazo del Brexit con un tentáculo enorme. Gran parte de la trama se desarrolla en la redacción de El SINO de La Línea.digital, un periódico local donde se vive intensamente todo cuanto se relaciona con el contencioso de Gibraltar y se suscitan debates entre los periodistas, que siguen a diario la problemática del Peñón. También en el domicilio de Víctor, protagonista del relato, se suscitan contraste de pareceres entre gibraltareños y linenses, que exponen opiniones y sentimientos sobre la situación generada. Asimismo, en el colegio donde Alicia ejerce la docencia surgen intercambios de opiniones sobre la problemática de la localidad, que tanta preocupación infunde a la ciudadanía. Las numerosas negociaciones políticas que se suceden durante los casi tres años que se prolonga el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea van apareciendo a lo largo del relato, intercaladas entre los pareceres y opiniones de los personajes. La inestabilidad de la Verja, la contaminación atmosférica, el problema de la emigración y la saturación del tráfico rodado que entra y sale de Gibraltar se simultanean con las celebraciones locales y la convivencia entre los habitantes de ambos lados de la frontera, junto a las preocupaciones por el litigio sobre el Peñón. El relato de los acontecimientos políticos que acontecen en Westminster, sin que se consume el Brexit, con o sin acuerdo, también se alterna con las manifestaciones de los políticos británicos y españoles, con la consiguiente preocupación entre los habitantes de ambos lados de la frontera, mientras soportan cómo se tambalea la economía y la depreciación de la libra esterlina. La Línea sigue esperando de la administración española la adopción de las medidas puntuales para hacer frente a la singularidad del municipio fronterizo.