Las intuiciones de Diderot sobre los problemas expresivos y compositivos, sobre el dibujo y el color o sobre el claroscuro reflejan poderosamente el debate de la segunda mitad del siglo XVIII en torno a las artes figurativas, tanto que su Ensayo sobre la pintura impresionó profundamente a los pensadores alemanes más destacado de su siglo -Lessing, Schiller y especialmente Goethe, que los traducirá añadiendo sus propios comentarios-, y anticipan muchas de las cuestiones que abordará la crítica de arte posterior, influyendo notablemente sobre los escritos de arte de autores como Baudelaire, Zola o Apollinaire.