El presente texto nos explica cómo el tiempo se ha convertido en una materia más del trabajo del arquitecto contemporáneo.En la antigüedad los arquitectos pretendieron burlar el paso del tiempo mediante sus sólidas construcciones. Esta quimera se cuestionó a comienzos del siglo XX con la obsolescencia programada de los futuristas: «Las casas durarán menos que nosotrosà Cada generación deberá construir su propia ciudad». El presente texto nos explica cómo el tiempo se ha convertido en una materia activa más en el trabajo del arquitecto contemporáneo. La arquitectura, como la música, la literatura o el cine, es una disciplina temporal. Veremos que en el Renacimiento la arquitectura tomará conciencia de su propia historia;también cómo con Palladio, el papel impreso se convertirá en un medio más eficaz para conquistar el futuro que la propia realidad construida. Pero el verdadero cambio vendrá en el siglo XX cuando desde las ciencias, las artes y los medios de comunicación se infiltre una nueva conciencia temporal que cambiará el discurso de los arquitectos en la segunda mitad del siglo. Desde la asimilación del espacio-tiempo, pasando por la imagen-tiempo cinematográfica o el tiempo espectacular del capitalismo, el autor propone un viaje a través de la multiplicidad del tiempo que inevitablemente reverbera en la arquitectura actual.