Muchos padres soñamos con el hijo o la hija que nos gustaría tener, pero ellos deben encontrar su propio camino. ¿Cómo ayudarlos a tomar las mejores decisiones sin cortarles las alas? ¿Cómo acompañarlos en sus propias experiencias evitando entrometernos en su vida? Francisco Castaño, tras muchos años trabajando como orientador de padres, sabe que la educación no es una ciencia exacta, y que muchas veces los esfuerzos de la crianza parecen no dar frutos. Por eso en este libro ofrece una serie de herramientas y pautas para ayudar a los adolescentes a ser la mejor versión de ellos mismos. Las claves son una buena comunicación, saber fijar los límites adecuados, mucho cariño y unos valores acordes con nuestras creencias. El autor, que además es padre de dos jóvenes, nos recuerda que ser comprensivo no es lo mismo que permisivo, y que reconocer los méritos de los hijos no significa olvidarse de aquellos aspectos en los que deben mejorar. Y en una época en la que todo se consigue a golpe de clics nos anima a perseverar en educar en la paciencia, el esfuerzo y la constancia.