Japón, en plena expansión, ve crecer su número de rascacielos a toda velocidad, cada vez más grandes, más altos, más impresionantes, hasta el punto de que Kasumi-ga-seki, el mayor edificio de Japón, con sus treinta y seis pisos, se ha convertido en una atracción popular. Los problemas de circulación causados por los numerosos visitantes obligan a construir un estacionamiento, el más profundo que haya existido... Una vez más, Kitaro interviene para resolver los conflictos entre humanos y yokais y, cómo no, entre tradición y modernidad. Inmensamente popular en Japón, donde no hay niño que crezca sin devorar sus aventuras, Kitaro es el héroe emblemático de una obra que se fija en los monstruos para hablar de los hombres. Pero ´Kitaro´ es, también, una serie rebosante de chispa. Las tribulaciones de este pilluelo constituyen un auténtico placer que aúna, de forma sutil, la negrura y la ligereza.