«Desde que tengo uso de razón, siempre he querido salir de esta casa. No se, es como si en ella se agazapara algo terroríficoà Muchas veces he comenzado a rodearla intentando adivinar su tamaño, pero llego a un punto en que la pared exterior se interna en la espesura del bosque y no se ve nada más. En la inmensidad de la casa, hay habitaciones que nunca he visto y a las que nunca he podido accederà El pasillo que conduce a las habitaciones prohibidas está cerrado por un espejo de bronce verde.»