Del amor líquido y otros bebedizos.Siete años de soledad en los que el héroe, pura entelequia, recibe la visita de los fantasmas del pasado ùy de alguno venido del futuroù, sin tratar de ajustar cuentas, sino para tomar un traguito con ellos y verlos de nuevo desvanecerse, en un melodramático fundido a negro. Filme sin reproches ni moralejas, aunque sí con rachas de nostalgia. Y, a pesar de todo, celebración del perpetuo presente escurridizo.