Sin duda, uno de los principales desafíos globales que afronta actualmente la humanidad es la conservación de la diversidad biológica. Sin ella, la especie humana no podrá sobrevivir en este planeta. Por esta razón, y en el actual contexto de degradación creciente de los ecosistemas y pérdida masiva de especies, es urgente la adopción de medidas que contribuyan a detener la erosión de la biodiversidad. Pero, para que realmente sean eficaces, dichas medidas deben estar basadas en un conocimiento preciso de la realidad: qué especies tenemos y cómo son de abundantes, dónde están las comunidades más relevantes, qué problemas les acechan, y con qué prioridad hay que resolverlos. Sin embargo, en el caso concreto de las comunidades de mamíferos que subsisten todavía en España, esta información básica y fundamental ha sido, hasta ahora, en gran medida inexistente.