El hecho de atender la enfermedad terminal y la muerte en el ámbito doméstico y sanitario se convierte en un hecho crucial en nuestras vidas. Las emociones y la eficacia profesional son los ingredientes para entender valores, prácticas y estrategias que se articulan ante el hecho de la muerte, desde la íntima vivencia personal hasta el entorno más amplio de la institución sanitaria. El texto no oculta la complejidad y la ambivalencia de una realidad extremadamente dura, mostrando las contradicciones tanto del investigador, como de profesionales, familiares y de los propios pacientes ante el hecho de la muerte. Su relato, a modo de diario, permite al lector ser testigo en el proceso de inmersión cautelosa en la realidad de la enfermedad avanzada.