En un recorrido que comienza en 1941 y llega hasta nuestros días, esta espléndida novela nos relata la historia de una familia pamplonesa a través de tres mujeres de tres generaciones diferentes Matilde, Teresa y Amaia, tres matrioskas que buscan a sus madres y al mismo tiempo reniegan de ellas. Esta primera novela de Antxiñe Mendizabal, escritora principalmente de literatura infantil y reconocida editora, fue originalmente escrita y publicada en euskera, captando la atención de la crítica ante esta historia formalmente ambiciosa, muy bien documentada y llena de emoción en su mesura. La narración va reflejando, como si de un espejo itinerante se tratara, las formas de vida, modas y sucesos de cada época, hilando así una vívida crónica de las tensiones, luchas y cambios sociales. Pero además de la Historia con mayúscula, conoceremos también otras muchas historias personales: las de los componentes de la familia Echaluce, las de sus parientes, sus empleadas, sus amistades y sus enemigos. Pero, sobre todo, este es un intenso y conmovedor relato sobre los vínculos entre madre e hija: una relación difícil, compleja y dolorosa, construida por sentimientos contrapuestos, y que, al igual que algunas bebidas, en un primer trago nos quemará la garganta, pero nos calentará el alma durante mucho tiempo.