A finales de la Edad Media, las casas de York y de Lancaster se enfrentaron por el trono de Inglaterra en una sangrienta sucesión de contiendas, más tarde conocida como la Guerra de las Rosas. Richard, el hijo más joven de la casa de York, está dispuesto a cualquier cosa por sentar a su padre en el trono. Pero sobre él pesa una cruel maldición: Traerá ruina y destrucción sobre todo lo que ama.