De todos los matemáticos árabes, es Alhacén el que con mayor virtuosismo maneja los métodos infinitesimales. Por esta razón merece ser llamado el Arquímedes árabe. Pero además, al igual que el sabio de Siracusa, tocó muchos registros dentro de la matemática y se interesó por la física y por la parte más aplicada de la ciencia. Alhacén nació en Basora en 965, cuando ya declinaba el liderazgo científico de Bagdad, si bien allí comenzó sus estudios. Pero la mayor parte de su vida transcurrió en Egipto, donde el califa fatimí al-Hakim había fundado una Casa del Saber, y allí hizo sus más importantes descubrimientos. Por eso a veces es conocido como Alhacén el egipcio.