Desde los esbeltos pinares de Valsaín hasta la inmensidad salvaje del circo de Gredos. Desde las formas imposibles del granito en La Pedriza hasta la explosión de vida del Jerte. Desde los pintorescos pueblos serranos hasta los exuberantes palacios levantados por reyes. Las montañas de la sierra de Guadarrama y la sierra de Gredos ofrecen al caminante multitud de alicientes. Bosques mágicos que el otoño engalana de mil colores, ríos de aguas cristalinas que llenan de vida los valles y los embalses, redondeadas y panorámicas cimas que el piorno tapiza de amarillo o sorprendentes gargantas donde refrescarse en verano, configuran un escenario perfecto para acercarse a la naturaleza en familia. Unas montañas amables en las que la historia se respira a cada paso, que ofrecen a los niños un abanico sin fin de posibilidades para poder desarrollar todo su potencial, experimentar con el entorno, imaginar, jugar y, en definitiva, aprender y crecer como personas.