En lo más profundo de la selva de Palombia, en las faldas del legendario Monte Urticando, crece una extraña variedad de cáctus que sólo florece una vez cada 15 años. Su polen provoca unos terribles picores que hará que los habitantes de la selva estén especialmente inquietos... Especialmente, el viejo jaguar Gatogordo, que acechará a los tres pequeños marsupilamis.