Decía el filósofo comunista Antonio Gramsci que existen momentos históricos de crisis civilizatoria en donde lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer. En esa época surgen los monstruos,como en nuestros días Trump, Bolsonaro o Milei. Vivimos una oleada reaccionaria que requiere, como en los años treinta del siglo XX, un reforzamiento lúcido y militante de los valores y las instituciones democráticas, cuestionadas por las derechas radicales, los liberalismos etnocráticos y los regímenes iliberales. Las democracias no sobrevivirán sin ciudadanía demócrata convencida.