El tejido de la vida admite configuraciones muy diversas entre lo complejo y lo sencillo. La belleza de la sencillez es irrefutable. Tiene la virtud de aquietar el alma, nos aproxima a la perfección y en sí misma es suficiente. Este libro propone ser una apología de la sencillez, con el fin de aproximarnos a la verdad y a la belleza propia de cada uno. Sin buscar el minimalismo, la sencillez es, desde luego, una conquista que se alcanza únicamente al precio de acercarse en una búsqueda apasionada a la verdad y al bien. A nadie se le escapa que no es sencillo vivir con sencillez.