El teniente Driss Ikker está en el mejor momento de su vida. Disfruta de un feliz matrimonio con Sarah, la hija de un alto cargo de la policía marroquí;vive de forma más que acomodada y le han dado un destino sin complicaciones en Tánger, a las órdenes de uno de los hombres de confianza de su suegro. Pero todo se le va a venir abajo cuando un día regresa antes de tiempo a su chalet y se encuentra a Sarah en la cama, desnuda y maniatada. Cuando intenta socorrerla, recibe un fuerte golpe. Al recuperar la conciencia se va a enterar de que Sarah ha sido violada. En adelante su única obsesión será averiguar a toda costa quién ha cometido el delito.