¿Qué tienen en común las fotografías de vejaciones humanas de Abu Ghraib, el álbum de Auschwitz y las fotos de prisioneros arrancadas por los torturadores de las más feroces dictaduras de Chile, Argentina, Brasil o Camboya? Más allá de su contenido, todas ellas son imágenes de perpetrador: encarnan el punto de vista de los autores de los crímenes de masas o de sus cómplices mientras estos consuman sus actos violentos, al tiempo que nos constriñen como espectadores a mirar el dolor ajeno a través de los ojos de quienes lo provocaron. La muerte en los ojos propone un método para analizar esta modalidad visual en fotografía, cine y vídeo, uniendo al rigor histórico los instrumentos técnicos y estilísticos propios de la imagen, no solo de lo visible, sino también de lo oculto tras los límites del encuadre.