La llamada época victoriana debe su nombre a la princesa Alejandrina Victoria, la segunda reina con el mandato más largo de la historia, solo superado por el de su tataranieta Isabel II. Accedió al trono a los dieciocho años tras la muerte sin descendencia de sus tres tíos paternos y protagonizó uno de los periodos más importantes para el Reino Unido, caracterizado por el cambio industrial, cultural y político y por la expansión del Imperio. La llamada Rosa de Inglaterra personificaba la pureza y la inocencia, pero el paso de los años reveló una reina firme y resuelta que supo manejar la política británica con mano de acero. En una época de profundos cambios sociales, fue una reina muy popular, ya que los británicos necesitaban personajes ilustres a los que imitar, y es que Victoria fue para muchos un modelo de vida doméstica y virtuosa, ya que, por ejemplo, guardó un luto de cuarenta años después de la muerte del príncipe Alberto de Sajonia. Con él había tenido nueve hijos y cuarenta y dos nietos que se casaron con otros tantos miembros de la realeza europea, lo que le valió a la reina el nombre de abuela de Europa. Este libro, considerado una obra maestra por New York Post, es un recorrido por toda su vida.