Incapaz de levantar cabeza tras el suicidio de su hermana Olaia, el cuerpo de Marina aparece ahorcado en mitad de la noche en la residencia universitaria de Liberec. El diario en el que Olaia narra el acoso escolar que vivió acaba siendo un elemento esencial para descubrir lo que ha sucedido esta vez con Marina. Si hubiera sabido leer su mirada y escuchar más allá de sus palabras, su propia historia hubiera sido diferente. Marina nunca supo perdonarse haberla dejado irse.