El libro más personal de Robin Myers. Sin embargo, el adjetivo personal no es aquí el típico cliché, sino la indicación de un proceso: el de una voz que va aceptando un cuerpo y una vida, aunque ninguno de ellos le pertenezca del todo, ni de manera excluyente. Porque a esa nueva necesidad de hablar desde sí misma, desde una vivencia, se le sigue anudando la voluntad de hablar por cualquiera.