En estos tiempos de disputas sobre la definición y realidad del concepto "mujer", de multiplicación de géneros, de transiciones de género o de controversias sobre el comportamiento esperable de los hombres -todo ello matizado por múltiples y complejos elementos como el color de la piel o las creencias religiosas-, las reflexiones del sociólogo alemán Georg Simmel (1858-1918) sobre los rasgos que, a lo largo de la historia, habrían caracterizado lo masculino y lo femenino resultan muy oportunas para seguir contextualizando y sopesando nuestros debates al respecto.