Se hace evidente que, a su manera, finalmente reflejaron su sexualidad todas las grandes personalidades que conforman el canon de la literatura checa, como Karel Hynek Mácha, Božena Nemcová o Jan Neruda. Los autores de los siglos XX y XXI, por tanto, tienen con qué enlazar. La corriente profunda siguió sin cambios, pero la paleta expresiva ganó amplitud. Sobre todo después del «huracán de noviembre» de 1989, que trajo a la literatura checa la libertad, luego de largas décadas. La presente antología es precisamente así: libre. Por un lado, cruda, carnal, explícita, quizá incluso afectada;por el otro, sin embargo, pudorosa, apuesta por la fuerza de la alusión, el presentimiento, el símbolo, la fantasía y la magia. .