Un bar fuera del tiempo y en ninguna parte regentado por un veterano de la Segunda Guerra Mundial y su esposa sirve como lugar de paso para quienes se han perdido en la vida. Nadie sabe qué busca cuando llega, pero aquellos que cruzan sus puertas encuentran la redención o el final de su camino. Y Bailey, el dueño del bar cuyo verdadero nombre nadie conoce los observa mientras deciden su futuro y narra sus historias. En esta novela que esconde su argumento tras los relatos vitales de los clientes del bar, Naylor narra, con la estructura de un disco de jazz y la crudeza de quien ya lo ha visto todo, problemáticas de clase, género, raza y sexualidad. Sus páginas están pobladas de parias cuyo único pecado ha sido existir de la manera equivocada y cuyo único consuelo es el oído de un huraño mesonero, la piedad de un viejo judío y las habitaciones de la casa de una madame que solo acepta pagos en flores