Jane Cleveland y Prudence Bates forman, por edad y temperamento, una extraña pareja de amigas. Jane tiene cuarenta y un años, está casada con un clérigo y lleva una vida plácida pero anodina. Desempeña sin gracia y sin entusiasmo el papel de ama de casa;atrás quedan sus años de docencia en Oxford. Su aspecto torpe y descuidado contrasta con el de Prudence, una mujer independiente, atractiva y elegante con un largo historial amoroso que, a sus veintinueve años, ha alcanzado una edad «crítica para una mujer que aún no se ha casado». Corren los años cincuenta del siglo pasado y, según la mentalidad de la época, está a punto de pasar de soltera con pretendientes a solterona sin remedio. Con la mejor voluntad, Jane decide resolver el problema y buscar al hombre apropiado para su amiga. Utilizando como excusa una partida de whist, Jane invita a Prudence a su parroquia rural con la secreta esperanza de que entable un idilio con Fabian Driver, un viudo apuesto y solitario. Sin embargo, Jane descubrirá que el papel de casamentera puede llegar a ser tanto o más complicado que el de ama de casa. En esta delici