Andrea Leroux, un joven escritor enfrentado a las habituales aprensiones del autor novato, encuentra en su profesor universitario, Stephen Pratt, un espejo en el que mirarse;pero el reflejo que le devuelve es, también, una advertencia. Esa amistad marca su vida, y le lleva años después a Brasil en busca de la inspiración perdida. Lo que encuentra allí no sofoca sus dudas, sino que las acrecienta. Además, acaba descubriendo los paralelismos entre su propia vida y la de su mentor. Novela finalista del Premio Azorín 2006