Dice Juan Vicente Piqueras que «no pertenece a nada». Vivir sin capillas, sin secta, sin patria, vivir en las palabras, en la lengua, le ha permitido, ahora y siempre, volar por las gramáticas: la agrícola, la botánica, la escolar, la parda. Y lo ha hecho con las alas de la poesía, que, además, es anterior a todas ellas. Dice también Juan Vicente Piqueras que la poesía es «un carácter, y carácter es destino». Y él lo acepta sin tragedias, al contrario, con el humor propio de aquel que juega, y al jugar nos recuerda algo olvidado: que gramática y poesía se alimentan mutuamente. Este manual de poesía y gramática que tienes entre manos es una invitación al banquete de la miel y la norma, de la inteligencia y la emoción. Y su ingenio verbal es el pago de la deuda que Piqueras tiene con ambas.