La protagonista de esta novela es librera, apenas llega a fin de mes y tiene 38 años, los mismos que su madre cuando le diagnosticaron leucemia. Entonces, ella solo tenía 18 y ya nada volvería a serigual. Pero ahora, en el presente, se suceden los selfies en instagram con los jarrones del tiger al fondo, las citas de tinder, los orgasmos vía whatsapp, los problemas de autoimagen bajo los mandatosde género, los libros de mandalas para colorear y los ansiolíticos. Como si este libro fuera, en realidad, un podcast (o un largo poema en prosa) sobre el laberinto existencial de la generación millennial.