La aparición de un Ser sobrenatural al que solo pueden ver sus víctimas, cambia la vida de Ricardo, avocándole a una existencia errante en una constante huida. Al llegar a una deprimente y sórdida urbe, ante la imposibilidad de obtener un empleo, comete su primer delito al asaltar un restaurante. Comienza de este modo su carrera delictiva. Esa ola de fechorías hace despertar la maquinaria de la justicia. Ya no solo es perseguido por el Ser sobrenatural, ahora tres agentes de la Brigada de atracos siguen sus pasos. El cerco en torno a él se va estrechando.