Crónica de una filmación y relato de aventuras, esta obra es, ante todo, el agudo testimonio de una experiencia que trastoca, y que para quien narra constituye un profundo aprendizaje creativo, humano e íntimo del que se regresa cambiado. Fillol describe con humor cómo la lógica del imprevisto y del desastre se adueñan del rodaje en medio de un paisaje hostil y de imponente belleza cómo lo es el Atlas.