´Vasta sed´ es quizá el libro más personal e impúdico de Concha García. La poeta de la sutilidad y la sugerencia publica en Editorial Cántico este título justificado por un tema especialmente complejo en la carrera poética de su autora: la poesía erótica. Pero decir que ´Vasta sed´ es un poemario erótico sería pobre, porque la sensualidad presente en él está recorrida por tres capas de lectura que le añaden crítica y profundidad. Por un lado, nos encontramos una revisión desde el tiempo. Concha García vuelve a la poesía erótica de su juventud partiendo de su madurez, transformando este poemario en un ejercicio de reencuentro con ´otra sí misma´ que ya no es la que era. Por otra parte, no encontramos con un erotismo que hace conciencia y reivindicación de género: una poesía por y para mujeres. Y en tercer lugar, una erótica que da el salto de lo personal a lo político reflexionando en el sentido de la ocultación y el desvelamiento en lo social. Con este poemario, Concha García nos ofrece una versión de ella absolutamente luminosa y esencial, que hace de la poesía erótica un pódium de la lealtad hacia una misma. En sus mismas palabras: ´Los poemas aquí recogidos pertenecen a mis primeros poemarios escritos entre mis veintitantos años hasta los treinta y pocos. Corresponden a los libros: ´Otra Ley´, ´Por mí no arderán los quicios ni se quemarán las teas´, ´Ya nada es rito´, y ´Desdén´. El erotismo que desvelan todavía me sigue emocionando. Los textos poéticos recogían vivencias lejos de los estereotipos femeninos de aquellos años en España. En el decir había un cierto anhelo de que no se supiese demasiado de lo que allí había, que el secreto quedara escondido entre la infinita gama de metáforas. Era un decir oscuro que daba luz al deseo. Recuperar estos poemas es hacerlos circular bajo una nueva mirada, descontextualizados ya de un tiempo, se adueñan de todos los tiempos. Fueron escritos por pura necesidad, también es cierto que tomados como ejemplo de rupturas tanto sintácticas como ideológicas significaron una nueva mirada para visibilizar el sujeto poético femenino sin sesgos tradicionalmente patriarcales.´ (Concha García)