Doce años después de abandonar a su hija y a su marido, Teresa ha vuelto y ahora los espera en un café. Una chica se sienta cada noche tras la barra de un bar y se pregunta el porqué de la lentitud de los trenes nocturnos. Un «pantano de pérdida» une en casa del ciego a un grupo de personas arrastradas por el dolor. Los personajes de estos ocho cuentos, chicas en su mayoría, están a punto de naufragar. Sus ilusiones están quebradas, no tienen escapatoria. El fracaso de la pareja, los juegos de la amistad o la muerte del padre le sirven a Fernanda Trías para explorar el miedo, la violencia y, sobre todo, la pérdida. La autora habita el mundo de los cuentos de la misma forma que habita el de sus novelas. Sigilosamente, con una elegancia sobria. Ahondando en la desesperanza, dibujando un mundo descarnado.