La idea de convertirse en una viuda con estilo, se le va al traste a Cristina, en el mismo momento en que su vida y su casa se ven invadidas por un grupo de personas, entre ellas sus inseparables amigas y su incondicional y más que peculiar asistenta. Deshacerse de las cosas personales de su hasta entonces idolatrado Alberto, no le trae sino un sinf¡n de sinsabores que llegan a destrozar su perfecto e id¡lico mundo. La aparición inesperada del diario, la lleva a conocer quién era realmente su amado y ahora difunto esposo. Desentrañar los secretos de Alberto, el cual se detallan en cada página sin escrúpulo alguno, a la vez que intenta librarse de su suegra Isabela, una actriz retirada y con ganas de amargarle la vida a cualquier mortal, no es cosa fácil. En ese tortuoso camino, vuelve a conocer el amor, sentimiento que la lleva a debatirse entre vivir pasiones desconocidas junto a un adinerado banquero, o con un hombre cuyo oficio no va para nada con su estrato social. Cristina, viuda joven y casi pija, demostrará a su Alberto, que el toparse con su diario no le borrará la ilusión de vivir.