Como miembro de los Chicago Bulls campeones de la NBA en 1991, un Hodges vestido de dashiki entregaba una carta escrita a mano al presidente George H. W. Bush exigiéndole que hiciera más para abordar el racismo y la desigualdad económica. Hodges también fue activista y portavoz sindical, impulsó un boicot contra Nike y denunció enérgicamente la brutalidad policial a raíz de las imágenes de la paliza a Rodney King que dieron la vuelta al mundo. Pero su franqueza le salió cara: en el mejor momento de su carrera, tras diez temporadas en la NBA, fue excluido de la competición por usar su condición de atleta profesional para defender causas justas. En estas poderosas, apasionadas y cautivadoras memorias, el dos veces campeón de la NBA y triplista insuperable comparte las experiencias de toda una vida dedicada a mejorar las condiciones de la comunidad negra en Estados Unidos: desde los encuentros con otros destacados activistas negros como Nelson Mandela, Coretta Scott King o Jim Brown, hasta su relación con figuras como Michael Jordan y George Bush padre. Una cosa está clara: Craig Hodges nunca se ha acobardado a la hora de cantar las verdades al poder.