De acuerdo, el cambio climático es el mayor reto al que nos enfrentamos en el siglo XXI. Lo hemos oído mil veces, ¿pero qué quiere decir eso? ¿Cómo tengo que actuar en medio de mensajes apocalípticos y culpabilizadores? ¿Por qué no hago nada cuando sé que debería hacerlo? ¿Sirve de algo que yo cambie si no cambia el sistema económico? ¿Qué tiene que ver una semana laboral de cuatro días con una cebolla envuelta en plástico? Decenas de noticias se agolpan cada día en periódicos, informativos y redes sociales. Informes catastróficos, movilizaciones juveniles, fenómenos meteorológicos extremos. También consejos para una vida más sostenible que, sin embargo, nos hacen sentir peor. Ante la avalancha de información, nos vemos impotentes, avasallados, desorientados. Y, a la vez, necesitamos hacer algo, porque esto nos importa. Aunque sepamos que hay que cambiar estructuras, la pregunta siempre emerge: «¿Y ahora yo qué hago?». Este libro no es un recetario para una vida baja en carbono, ni tampoco encontrarás aquí una hoja de ruta sobre la transición ecológica para las próximas décadas. No leerás en estas páginas un muestrario del horror futuro que nos dibujan los escenarios climáticos, ni descubrirás un listado de prometedoras soluciones tecnológicas. Porque no, no existe una solución mágica frente al cambio climático que puedas blandir como arma arrojadiza, ni una conspiración que súbitamente lo explique todo, eximiéndonos de tener que actuar. Lo que sí puedes hallar en estas páginas son herramientas para activarte a ti mismo e impulsar el cambio en los demás, algunas de las raíces de la insostenibilidad y, por supuesto, las semillas dispersas de un futuro que debemos cuidar y trabajar. Con tiempo, con esperanza y con audacia.