Silvia Castrosanto, una abogada idealista de un bufete dedicado especialmente a los delitos ecológicos, recibe la inquietante visita de una extraña señora, por nombre Tierra, que tiene la extravagante pretensión de interponer una demanda contra la humanidad. Soy la Tierra es una excepcional alegoría de la destrucción a que se está sometiendo nuestro planeta, una reivindicación de la necesidad imperiosa de preservar nuestros entornos naturales y un canto a la esperanza narrado desde la personal sensibilidad prosística de Blanca del Cerro.