Durante el reinado de Felipe IV había ermitaños a sueldo en el Buen Retiro de Madrid como elementos ornamentales de las fiestas que se celebraban en sus jardines. Años más tarde, la moda de los ermitaños en los jardines paisajistas ingleses tuvo tal éxito que otros países europeos siguieron su ejemplo, como fue el caso de España, en el Capricho de la Alameda de Osuna de Madrid, El Príncipe de Aranjuez o el Laberinto de Horta. ¿Qué razones inducen a una persona a abandonar el mundo en sociedad para retirarse a vivir en soledad? Manuel Gómez Anuarbe nos narra, con sabiduría y pasión, la original historia de los distintos tipos de ermitaños a lo largo de las épocas y culturas, para terminar abordando el estrafalario caso de los ermitaños ornamentales en los jardines.