Para comprender en su totalidad los mundos de Tolkien faltaba aún algo fundamental: estudiar su obra desde el punto de vista de la ciencia. Gracias a este libro vamos a poder descubrir al hombre cultivado en botánica, paleontología, geología y a un ferviente apasionado de la arqueología y de la química. Como auténtico autodidacta en el terreno científico, J. R. R. Tolkien era un observador incansable y se hacía mil preguntas sobre la fauna, la flora, las corrientes marinas o los volcanes. Fue así como dio credibilidad a sus universos imaginarios y a sus personajes. Treinta y ocho expertos entre los que figuran arqueólogos, astrofísicos, filósofos, paleontólogos, economistas, psicoanalistas, vulcanólogos, botanistas, químicos, médicos, etc. han profundizado en los numerosos relatos, poesías y correspondencia de J. R. R. Tolkien para explicarnos las raíces científicas de todos sus textos.