Los hilos de la memoria, tejidos desde la infancia del protagonista, urden la trama de esta historia, ambientada en un pueblo imaginario de Extremadura a lo largo de un siglo XX en el que tantas cosas cambiaron, no siempre a mejor. Maestri´a narrativa, lenguaje poe´tico y melancoli´a filoso´fica se empastan de forma fluida en esta novela de madurez que recoge con amor, humor y dolor el rastro del vivir en la mal llamada Espan~a vaci´a.«Orencio Burgos empezo´ a conocerse a si´ mismo cuando ya pasaba de los cuarenta. Hasta entonces no le vinieron a la memoria las cosas que vivio´ de nin~o. Y puesto que somos memoria y la de la infancia es tan larga, valga la comparacio´n, como la mismi´sima rai´z se dice que es la prehistoria de toda la especie humana, al dar en recordarse dio comienzo el conocerse y en todo ello vino el que todos pudie´ramos ahora conocerlo mejor. Asi´ fue como Orencio tomo´ a este autor, por la confianza que habi´a entre nosotros, como albacea y notario de todos sus recuerdos y conocimientos».