Con un claro sustrato reflexivo sobre la pulpa de la finitud, Lo lento hace balance y abre los ojos para ver un contorno de sombras. Lejos del nihilismo existencial, quien percibe emprende una relectura constante de la propia identidad. Encuentra en la elegía esa posibilidad de recuperar el pasado y el autoconocimiento de nuestra finitud entre los atributos de lo cotidiano. (José Luis Morante)