La ciudad de Cieloalto está construida sobre un gigantesco puente elevado a cientos de metros de altura. La vida en sus calles puede imaginarse fácilmente a partir de la siguiente suposición: ¿Qué sucedería si la edad de una persona no se determinara por el paso del tiempo sino por su ubicación en el espacio? Esta es la historia de Javier Dosaires y de su larga vida en lo alto del puente. Una vida marcada por aquellos dos segundos en los que desperdició toda una eternidad. Una historia original de ciencia ficción sobre viajar en el tiempo y la inmortalidad.