Internet es el mayor instrumento de registro que la humanidad ha desarrollado hasta la fecha, lo que explica la importancia de los cambios que ha desencadenado. Basta con pensar que, a pesar de que más de una de cada dos personas aún no posee un teléfono móvil, el número de dispositivos conectados a la red es de 23.000 millones: más de tres veces la población mundial. Cada día, esta conectividad produce una cantidad de "objetos socialmente relevantes" mayor que lo que se produce en todas las fábricas del mundo: una inmensa mole de datos, contactos, transacciones y huellas que quedan codificados en 2,5 trillones de bytes. El número de símbolos que tenemos a nuestra disposición para manipularlos y combinarlos se ha vuelto infinitamente más alto que en cualquier otra cultura precedente, y esto lo cambia todo. Por esto, comprender la naturaleza de la web es el primer paso hacia la comprensión de la revolución en curso, que genera un nuevo mundo, un nuevo capital, una nueva humanidad: es decir, una "documanidad". Este libro está dedicado precisamente a la revisión radical y la reconstrucción conceptual de la forma en que miramos a la técnica, a la humanidad y al capital.